Los trabalenguas son oraciones que suelen ser difíciles de pronunciar fluidamente. Esto se debe a que emplean palabras parecidas y que tienen impacto en nuestro oído, por lo que pueden ser confundidas fácilmente. Son vistos como un juego para niños o para adultos que se divierten al escuchar a los demás confundirse y enredarse al pronunciarlos. Pero, también funcionan como ejercicio para mejorar la expresión oral y muchas cosas más.
A continuación, conocerás 3 trabalenguas con los que podrás practicar y sorprender a tus amigos al pronunciarlos fluidamente. Incluso puedes enseñárselos a los pequeños de la casa para que de esta forma vayan mejorando su lectura y su pronunciación.
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1.Cuando yo digo Diego
“Cuando yo digo Diego digo, digo, y cuando digo, digo, digo Diego.”
2.Juan tuvo un tubo
“Juan tuvo un tubo y el tubo que tuvo se le rompió, y para recuperar el tubo que tuvo, tuvo que comprar un tubo igual al tubo que tuvo y rompió”
3. Por desenredar el enredo
“Por desenredar el enredo que ayer enredé, hoy enredo el desenredo que desenredé ayer.”
Ventajas de leer y decir trabalenguas
Los trabalenguas tienen múltiples ventajas que los hacen la opción perfecta para reforzar diferentes aspectos tanto en niños, como en adultos. Lo primero es que ayudan a mejorar la comprensión lectora, esto se debe a que nos enseña a leer detenidamente y comprender lo que estamos viendo, evitando la lectura vacilante. También ayudan a introducir una mayor cantidad de palabras a nuestro vocabulario. Y nos permiten aprender a gesticular mejor ciertas palabras o silabas.
Además, contrario a lo que se piensa estas frases no son para obstaculizar el habla y forzar la lengua. Por lo general se utilizan como terapia para destrabar la lengua en niños que no saben pronunciar letras o que tienen problemas de dicción.