Este simulador de Marte es el escenario de un reality show al estilo de Gran Hermano, donde los participantes deben vivir como si estuvieran en el Planeta Rojo.
Con su paisaje rocoso y rojo y su cielo nebuloso que a menudo se vuelve gris después de una tormenta de arena, Mars Base One podría fácilmente confundirse con una auténtica instalación en el espacio exterior.
Sin embargo, está plantado sólidamente en el planeta Tierra, en una sección remota del desierto de Gobi, a unos 40 kilómetros de la ciudad más cercana, una ciudad minera china llamada Jinchang.
Y no es una estación de investigación espacial secreta, sino de una serie de videos llamada Space Challenge . Piensa en un Gran Hermano marciano.
El productor Bai Fan explica que quiere hacer que el programa en la base espacial intente replicar las condiciones de vida que los humanos pueden encontrar en Marte.
«Trabajamos con científicos y técnicos tanto en China como en el extranjero durante dos años, para aprender cada detalle, desde cómo entrenar a un astronauta hasta cómo puede crecer la comida en la base si los humanos aterrizan en Marte»
Aunque no es realmente necesario, la esclusa de aire todavía se usa para mantener la presión del aire de entrada y salida.
La primera temporada ya se ha filmado, y desde junio de 2019, según Bai, Mars Base One abrirá sus puertas para talleres y visitas, para educar a los jóvenes y despertar su interés en la exploración espacial.
La vida en la base, dice Bai, es lo más realista posible. El edificio es autosuficiente e incluye una instalación médica y un bio-módulo.
Los habitantes siguen una «rutina de astronautas»: ocho horas de sueño, ocho horas de trabajo, ocho horas de tiempo libre.
Los teléfonos móviles están prohibidos. Los participantes usan trajes espaciales, comen insectos para reemplazar la carne convencional y reciclan el agua.
Las patatas serán un cultivo básico para los residentes de la base, incluso tienen un rover de Marte para explorar sus alrededores.
Para Bai, esta es una fortaleza clave del proyecto: el ambiente es tan árido que simula genuinamente un hábitat marciano hostil.
«La idea es crear una atmósfera en la que sientas que el ambiente te está fallando y que estás perdiendo recursos».
Un par de noches en la base, y estarás desesperado por ver un árbol, agrega.
El objetivo del proyecto no es empujar los límites psicológicos como un experimento de aislamiento como Marte-500. Más bien, se trata de educar a los niños, permitiéndoles imaginar lo que sería ser un astronauta.
Mars Base One cuenta con el apoyo del Centro de Astronautas de China, y Bai espera que las instalaciones, de 50 millones de dólares, ganen fanáticos jóvenes en China y en todo el mundo. En el futuro, prevé otros proyectos de Faux-Martian:
«Nos gustaría desarrollar una marca espacial a través de otras instalaciones, como los hoteles o comedores de Mars».
El primer campamento espacial es solo un pequeño paso.
Y tú, ¿te atrevería a participar en el Show?